Con una muestra colectiva de más de 30 imágenes en las que el cuerpo masculino es el protagonista, el espacio expositivo del Centro Comercial Paseo Las Mercedes, abre su programación para 2025.
Homoerótica es el nombre de la nueva propuesta museográfica que presenta Reset Gallery desde hoy, a las 11:00 am. Con esta colectiva fotográfica, que cuenta con más de treinta imágenes exhibidas en sus espacios, inicia su programación expositiva de este año.
La curaduría está a cargo de Gabriel Guevara Jurado. Las piezas presentes forman parte de la producción artística de los fotógrafos que integran el Círculo de Arte Erótico Latinoamericano (CAEL), un movimiento que se gestó, virtualmente, previo a la pandemia de la Covid-19, en países suramericanos de la mano del fotógrafo venezolano Oscar Milano a través de su revista Él.
Los artistas participantes, miembros del CAEL, son Erlen Zerpa, Gabriela Kostesky, Martín Toye, Dill Rodrigo, Federman Parra, Misael Carpio, César Augusto Muñoz, Lean Giménez, Rodolfo Domínguez y Franklin García. Igualmente, y no menos importante, desde una línea de investigación paralela al CAEL, está presente el trabajo de Aarón Martínez.
Cada uno de estos fotógrafos hacen visibles sus líneas de investigación, logran una variabilidad conceptual desde distintas realidades y se adentran en un lenguaje que aborda el cuerpo y el erotismo como premisa fundamental del arte contemporáneo desde, para y por la fotografía.
Representar identidades masculinas.
El concepto de homoerótica en la fotografía contemporánea es un fenómeno complejo que combina arte, identidad y cultura. A medida que avanza el diálogo sobre la sexualidad y el género, este campo es vital para entender cómo se construyen y representan las identidades masculinas en un mundo cada vez más inclusivo. Desde sus discursos no solo se capturan los momentos propios del deseo sino que, además, desafían las narrativas dominantes sobre qué significa ser hombre en la sociedad actual.
Visibilidad en el arte
Homoerótica conecta al público visitante con la evaluación que ha tenido la fotografía cultivada y desarrollada en este campo. Desde el siglo pasado el feminismo y el activismo a favor de los derechos de la comunidad LGBTQ+ han tenido una notable influencia es la evolución de este campo de expresión artística. De esta manera, la visibilidad y aceptación del deseo homosexual en el arte dieron un paso al frente y abrieron el camino para una mayor aceptación de estas dinámicas socioculturales.
En esta sintonía, creadores como Robert Mapplethorpe y Lyle Ashton Harris, que sin duda enaltecieron el cuerpo masculino, trataron temas como el poder y la dominación dentro de las relaciones homoeróticas. Ellos, con sus propuestas transgresoras desafiaron las percepciones tradicionales sobre la masculinidad y el erotismo.
En Venezuela, fotógrafos como Francisco Beaufrand (Fran Beaufrand) y Luis Salmerón se destacaron en las expresiones propias de la fotografía homoerótica. Ellos, crearon obras que presentaban esta estética y los cambios culturales que se gestaron globalmente. De la misma manera, existen referentes importantes en la pintura nacional como el artista Pedro Centeno Vallenilla, quien constituyó un mundo homoerótico fundamental en las artes de mediados del siglo XX. Este pintor y dibujante reveló su preferencia por representar desnudo el cuerpo masculino y mostrar su anatomía. Algunas de sus obras sugieren, o comunican explícitamente, actividades sexuales para suscitar una reflexión sobre el deseo y la identidad.
El sujeto fotografiado
La mirada gay a través de la fotografía homoerótica juega un papel crucial. A diferencia de la masculina heterosexual, que tradicionalmente objetiviza a las mujeres, no solo observa sino que se identifica con el sujeto fotografiado. Esta acción genera una dinámica en la que el hombre homosexual se convierte en el objeto y, al mismo tiempo, en el sujeto del deseo. Desde este enfoque se obtienen perspectivas más nutridas y heterogéneas del cuerpo masculino, que desde la fotografía homoerótica son representadas de múltiples maneras, desde aquella que se centra en resaltar lo muscular hasta la que ofrece un punto de andrógino. Esta variedad en las imágenes que se producen da cuenta de los múltiples ideales de belleza presentes en la fotografía y desafía las normas hegemónicas sobre lo que significa ser un «hombre» en la sociedad de hoy.
En definitiva, en Homoerótica la fotografía contemporánea se muestra como un campo dinámico que refleja los cambios sociales, las luchas por la visibilidad y la aceptación de las identidades queer. A medida que más creadores se involucran en estas representaciones se amplía el espectro de lo que puede ser considerado arte, para desdibujar las fronteras entre lo erótico, lo político y lo social. Sin duda, la fotografía se convierte en un vehículo poderoso para explorar y reivindicar las más diversas situaciones dentro de la cultura latinoamericana contemporánea. Por ello, desde Reset Gallery estamos muy complacidos de presentar esta colectiva, que se adentra en una visión del cuerpo, el erotismo y el espacio íntimo masculino.
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