Jorge Camacho (1934-2011) fue un destacado pintor cubano conocido por su obra surrealista. Nació el 5 de enero de 1934 en La Habana, Cuba, y falleció el 30 de marzo de 2011 en París, Francia. A lo largo de su carrera, Camacho se estableció como una figura influyente en el movimiento surrealista, con su obra exhibida en museos de renombre mundial como el MoMA de Nueva York, el Pompidou de París y el Museo Reina Sofía de Madrid.
Camacho dejó sus estudios de derecho en 1951 para dedicarse a la pintura, a pesar de no haber recibido formación formal en arte. Su interés por el surrealismo fue alimentado por sus lecturas de revistas europeas y libros de André Breton, Paul Éluard y Georges Péret. Aunque inicialmente viajó a Perú y México, donde conoció a artistas como Rufino Tamayo y Carlos Mérida, fue la exposición de Wifredo Lam en la Universidad de La Habana en 1955 la que tuvo un impacto significativo en su obra.
Camacho fue influenciado por una variedad de artistas, incluyendo a Paul Klee, Joan Miró, Yves Tanguy y Giorgio de Chirico. Su estilo se caracteriza por el uso de formas orgánicas y simbólicas, a menudo con temas oscuros y crueles, inspirados en novelas de Sade y Bataille. Sus obras también reflejan su fascinación por la ornitología, con aves como el ibijau, observadas durante sus viajes a Venezuela, y paisajes de arena inspirados en sus visitas a Perú.
En 1959, Camacho se trasladó a París, donde adoptó oficialmente el surrealismo y se vinculó con el poeta surrealista André Breton. En 1960, tuvo su primera exposición individual en la Galerie Raymond Cordier, y en 1961, Breton escribió el prefacio para su exposición en la Galerie Mathias Fels, describiendo su trabajo como una «pintura de crueldad». Camacho continuó explorando temas oscuros y simbólicos en sus obras, y en 1976, presentó una exposición titulada «La Danse de la Mort» en la Galerie de Seine.
A lo largo de su carrera, Camacho participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas en todo el mundo. En 2003, celebró una retrospectiva en la Maison de l’Amérique Latine en París, y en 2010, tuvo una exposición en el Museo del Agua de Lisboa. Sus obras se encuentran en las colecciones permanentes de museos de renombre mundial, y ha sido considerado uno de los últimos grandes artistas vivos del movimiento surrealista.
Camacho no solo dejó un legado artístico significativo, sino que también fue un defensor de la libertad de expresión y los derechos humanos. Su obra continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas y su influencia se siente en el arte contemporáneo.
En resumen, Jorge Camacho fue un pintor surrealista cuya obra ha dejado una marca indeleble en el mundo del arte. Su estilo único, influenciado por una variedad de artistas y su fascinación por la ornitología y los temas simbólicos, lo distinguió como una figura clave en el movimiento surrealista. A través de sus exposiciones y su compromiso con la libertad de expresión, Camacho dejó un legado duradero que sigue inspirando a artistas de todo el mundo.
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