Anabell Guerrero (Caracas 1958) Vive y trabaja en Paris. La formación de Anabell Guerrero demuestra la diversidad de sus curiosidades intelectuales (economía, filosofía, historia del arte, etc.). En Caracas, su ciudad natal, inició su formación artística tanto teórica como práctica. Los viajes de larga duración a Europa (Italia, Francia) fueron la oportunidad de elegir definitivamente una carrera artística en la década de 1980. Se radicó en París (sin dejar de realizar a lo largo de su carrera frecuentes viajes a Venezuela), donde profundizó sus conocimientos de fotografía y vídeo, mientras creaba sus primeros trabajos que rápidamente conocieron al público. Visita regularmente galerías y exposiciones. El trabajo de fotógrafos de renombre como Robert Frank, Man Ray o Irving Penn, pero también de pintores como Francis Bacon, Antoni Tàpies o Robert Rauschenberg, alimentan su propia investigación. Se convirtió en la fotógrafa oficial del Parlamento Internacional de Escritores, donde conoció a muchos escritores (Toni Morrison, Salman Rushdie, Jacques Derrida, John M. Coetzee, etc.) cuyos retratos retrataría. Al mismo tiempo, desarrolla un trabajo más personal que explora temas constantes en su obra: el cuerpo, la mujer, la frontera, el exilio, las infinitas posibilidades del medio fotográfico. Su obra, expuesta en todo el mundo, está respaldada por textos de escritores (Édouard Glissant, Jean-Luc Nancy, John Berger) que la aprecian. En 1992, un reportaje en Venezuela le valió el reconocimiento mediante la publicación de una doble página y una exposición en el diario Le Monde. En 1998 trabajó por primera vez con personas en tránsito en el centro de acogida de refugiados de Cimade, en la región de París. El resultado es un trabajo fotográfico sensible y respetuoso, en una sucesión de series nacidas de encuentros humanos durante viajes o residencias de artistas. Está representada en importantes colecciones públicas y privadas.

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