Palacios comenzó sus estudios en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, donde fue influenciado por maestros como Alejandro Otero, Mateo Manaure, Gerd Leufert y Gego. En 1957, obtuvo el premio de artes gráficas en la sección de afiches en la Escuela Cristóbal Rojas. En 1961, participó en el Salón Planchart y en el XXII Salón Oficial, donde recibió dos premios: el Henrique Otero Vizcarrondo y el Roma, que le permitió viajar a Europa.
Entre 1961 y 1962, Palacios vivió en Italia y estudió en la Academia de Bellas Artes de Roma. En 1962, recibió una beca del gobierno chino para estudiar escenografía en la Universidad de Bellas Artes de Pekín, donde se especializó en xilografía bajo la tutela de Li Ko Yang y el decano Li Hua. Durante su estancia en China, desarrolló el trazo caligráfico que caracterizaría su obra y perfeccionó el uso de la tinta y el color negro.
En 1965, Palacios regresó a Venezuela y trabajó en el Taller de Diseño del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INCIBA) junto a Alejandro Otero. Durante este tiempo, también participó en el diseño de la revista «Papeles» del Ateneo de Caracas y la revista «Imagen».
Palacios participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas a lo largo de su carrera. En 1972, recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas en Venezuela, consolidando su posición como uno de los artistas más importantes del país. Su obra ha sido exhibida en museos, espacios privados y públicos, y ferias de arte en diversas ciudades del mundo, incluyendo Shanghái, Pekín, Varsovia, Lausana, Edimburgo, Viena, Zurich, Ginebra, Bradford, Hauterive, Sofía, Florencia, Madrid, Nueva York, Florida, Washington, Chicago, Santiago de Chile, Buenos Aires, Ciudad de México, São Paulo, La Habana, Cali y Bogotá.
Alirio Palacios dejó un legado significativo en el mundo del arte gráfico y la plástica en Venezuela. Su trabajo como diseñador gráfico y su dedicación a la docencia han inspirado a muchas generaciones de artistas. A través de su obra, Palacios demostró la importancia de la técnica y la precisión en la creación de obras de arte, y su influencia sigue siendo palpable en el arte contemporáneo venezolano.
En resumen, Alirio Palacios fue un artista polifacético y prolífico cuya obra abarca el dibujo, el grabado, la pintura y la escultura. Su formación en diversas partes del mundo y su dedicación a la técnica y la precisión lo convirtieron en una figura clave en el desarrollo del arte contemporáneo en Venezuela. A través de sus exposiciones y su trabajo como diseñador gráfico y docente, Palacios dejó un legado duradero que continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas.
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